La Casada Infiel
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
yo me la llevamp;eacute; al ramp;iacute;o.
Con el aire se batamp;iacute;an
las espadas de los lirios.
Me portamp;eacute; como quien soy.
Como un gitano legamp;iacute;timo.
La regalamp;eacute; un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al ramp;iacute;o.