Romance Sonámbulo
ndramp;aacute;? ?Y por damp;oacute;nde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soamp;ntilde;ando en la mar amarga.
Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuca.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
Ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las samp;aacute;banas de holanda.
?No ves la engo
desde el peca?
trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo.
Ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
a las altas barandas,
?dejadme subir!, dejadme
a las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
as barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lamp;aacute;grimas.
temblaban en los tejados
farolillos de a.
Mil panderos de cristal,
e;an la madrugada.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de a y de albahaca.
?Compadre! ?Damp;oacute;nde estamp;a